¿Puedo
conocer a Dios?
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Si, puedes conocer a Dios!!! Por medio de Colores te lo presentamos...
Dios nos Ama
El color DORADO nos recuerda del cielo.
Desde el principio
Dios preparó un lugar para el hombre y la mujer: El Cielo. La Biblia lo
describe como una ciudad con calles de oro.
”Las doce puertas eran doce perlas; cada una de las puertas era una perla. Y la calle de la ciudad era de oro puro, transparente como vidrio” (Apocalipsis 21:21). El mensaje del evangelio son las buenas noticias de que Dios se acercó a nosotros en su hijo Jesús, quien se hizo hombre para alcanzarnos. Por eso, la iniciativa es de Dios, quien nos creó y nos ama hasta el punto de entregar a Su único Hijo para reconciliarnos con Él. “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.” (Juan 3:16). Todos somos pecadores El color de NEGRO simboliza la vida llena de pecado. Desde el principio de los tiempos, el ser humano utilizó la libertad con que Dios lo creó para apartarse de Él y violar sus Leyes. El hombre y la mujer pecaron, traspasaron la línea marcada por Dios. Así, toda la humanidad está manchada por ese pecado original. Por eso, de forma natural, el ser humano se inclina hacer lo malo, transgrediendo las líneas marcadas por Dios. “Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios” (Romanos 3:23). Cristo murió por nosotros El color de ROJO simboliza la sangre de Cristo. Según la antigua ley, sólo un sacrificio que involucre la sangre, es decir, el concepto de la vida misma, es aceptable para ser perdonado. Así que Jesucristo voluntariamente murió para tomar el castigo por tu pecado. ”Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros” (Romanos 5:8). Ya no es la sangre de un animal que los antiguos sacrificaban, ahora es la vida del hijo de Dios, puesta en sacrificio. Una sola vez Jesús murió ti y ahora ese sacrificio (si lo aceptas) es válido para que Dios te perdone. ”La sangre de su hijo Jesucristo nos limpia de todo pecado” (1 Juan 1:7). Recibo a Cristo en mi corazón y acepto su sacrificio El color BLANCO simboliza un corazón limpio. Cuando una persona cree y acepta el sacrificio de Jesús, Dios la perdona y la acepta como hijo. ”Purifícame con hisopo, y seré limpio; Lávame, y seré más blanco que la nieve” (Salmo 51:7). - Aceptar a Cristo es aceptar en un acto de la voluntad la obra redentora de Jesús que nos salva de las consecuencias del alejamiento. - Aceptar a Cristo es pedirle a Cristo Jesús, en un acto de fe, que entre a lo más profundo de nuestra vida y su Espíritu renueve nuestro ser interior. - Aceptar a Cristo es algo personal, porque ninguna otra persona puede hacerlo por ti. - Aceptar a Cristo es arrepentirse de vivir alejado de Dios y de sus consecuencias. - Aceptar a Cristo es algo único, porque, de acuerdo con la misma Palabra de Dios, aceptar a Cristo es encontrar el único camino para llegar a Dios mismo, a su perdón y a la vida abundante y eterna. “Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios” (Juan 1:12). Soy salvo y comienzo a crecer en mi nueva vida El color VERDE simboliza el crecimiento. Cuando pides a Dios que te perdone y te salve, El te hace su hijo. Dios quiere que le conozcas mejor y que crezcas para llegar a ser más como El. Cuatro cosas que te ayudarán a crecer: 1. ORAR (hablar con Dios diariamente) 2. LEER Y OBEDECER LA BIBLIA (para saber lo que El dice, y entonces hacerlo) 3. HABLAR CON OTROS ACERCA DE JESÚS 4. ASISTIR A UNA IGLESIA QUE CREE EN LA BIBLIA (donde aprenderás más acerca de cómo agradarle). Comienzas a crecer en una nueva vida con esperanza, con un motivo, con un norte al cual dirigirte. ”El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida. Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna, y para que creáis en el nombre del Hijo de Dios” (1 Juan 5:12 –13). Como un hijo de Dios, si pecas de nuevo, detente y dile lo que has hecho. El promete en su Palabra... “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de tosa maldad” (Juan 1:9). Ministerio de Juventud y Educación Cristiana de |
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