Cuando Dios te da el Exito |
Éxodo 4:2-9; San Mateo 23:12
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- El humilde siempre tiene
éxito.
“El que se humilla será exaltado ”, dijo Jesús. Dios no tendrá problemas en exaltarte, siempre y cuando, haya humildad.
Humildad no es ser bien educado, no es saludar (eso es buenas
costumbres), no es ser pobre (el que vive en una villa o no tiene trabajo o
no estudió).
Humildad no tiene nada que ver con riqueza o pobreza, con auto-desprecio (“Escribió un libro y le puso “NN” para no figurar, puso siervo de Jehová Altísimo”), con estima, con inseguridad ni con determinadas tareas.
En Méjico vi un millonario baldeando el piso y una persona me
dijo: “Ese que está lavando el piso es multimillonario, ¡qué humilde!”, y eso
no tiene nada que ver.
Para
Dios humildad es actitud de aprendizaje .
“ A todos
los que tengan actitud de aprendizaje Yo les daré el éxito; pero los que no
la tengan o sean orgullosos, los quebrantaré”, dijo Jesús.
Dios mira de lejos al soberbio; el orgullo es la capacidad de
creer saberlo todo.
La gente que “sabe todo”, que “tiene las cosas claras” y no tiene actitud de aprendizaje Dios lo quebrantará, y de acuerdo a su conducta, accionará: “si me humillo, Él me exalta; si me exalto, Él me humilla.”
Aprendizaje
es el camino al éxito.
Jesús dijo: “ A
todo el que es humilde de corazón le daré la tierra ”
1° de Pedro : “ Dios da gracia al humilde ”, o sea una atracción especial. Pedro nos dice que tenemos que vestirnos de humildad cada día, con una actitud de aprendizaje.
Hay cinco lugares para aprender:
1° La gente difícil me
enseña a ser un gran líder.
Es el mejor entrenamiento, Dios pondrá alguien difícil para que aprendas y te exaltará; pero si no querés aprender, te humillará.
¿Alguna vez hablaste con una persona mal de otra y se lo
contó? Entonces, aprendiste a no hablar mal de nadie y te traerá éxito.
¿Tuviste un amigo “del alma”, pegajoso, cerrado, que se
transformó en tu peor enemigo? Aprendiste que no debes hacer vínculos
pegajosos con nadie.
¿Aprendiste cuando tu pareja te celaba y decía: “no te vistas
así”, “no te juntes con ésta” y terminó destrozando tu cara? ¿O no asimilaste
la lección y vas a elegir a otro que te trate igual?
La gente difícil es el mejor aprendizaje si tenemos la actitud
correcta.
2° La gente humilde aprende
de las maldades.
Muchos fuimos criados como en un cristal y pensamos que la gente es buena, que todos los que hablaban de Dios y tenían una Biblia eran los ungidos de Jehová, y todo cartel diciendo “Iglesia cristiana” lo era en verdad.
Compré un libro en España, llamado “La estrategia de las
ratas. Cómo sobrevivir en su empresa y destruir a todos” y dice:
- Olfatee los miedos de sus oponentes y, cuando no lo esperen,
atáquelos.
- Meta culpa, sea meloso, haga llorar, dé lastima, es la mejor manera de manipular. - Triangule lo más posible, cree problemas con la gente, lleve y traiga, haga que los demás se peleen y usted quede como la víctima. - Finja ser un amigo y sea un espía, junte información, y cuando le descubra el talón de Aquiles péguele hasta matarlo.
Debemos
aprender de la maldad para no practicarla, o recibiremos lo mismo.
Alguien me decía que el problema de los cristianos es su
ingenuidad, creemos que todos son buenos, ponemos la otra mejilla,
perdonamos, bendecimos pero no accionamos.
Salomón lo describe magistralmente en Proverbios y debemos aprender a poner límite a lo malo y no permitir que las injusticias nos lleguen.
“ Mía es
la venganza ”, dice el Señor, no dice: “perdonalo, que yo también
lo perdono” sino “ Perdonalo
y Yo haré venganza.”
3° El humilde aprende de
los errores de los demás.
El inteligente aprende de sus errores pero el sabio de los errores de los demás.
Los demás están puestos por Dios para que aprendamos.
Años atrás nos reunimos con un pastor y le preguntamos por qué
se había quebrado el ministerio que él lideraba, qué es lo que falló y qué
no; porque los errores del otro no son para condenar ni juzgar sino para
aprender.
David, Abraham, Noé, todos, están puestos para que aprendamos
de sus errores.
4° El humilde aprende de
sus mentores.
El mentor nos enseña para que no pasemos por el error y ve el futuro que no vimos; no es fácil tener un mentor que puede decirnos algo que nos moleste, pero él está en el lugar donde nos gustaría estar en el futuro y nos hablará de lo que aún no vimos, ahorrándonos dolores de cabeza. Por eso debemos tener un espíritu enseñable.
Un mentor nos sacará del
don (lo que nos gusta hacer) para meternos en el llamado.
Sansón fue llamado para ser juez y nunca juzgó a nadie, porque
se movió en el don que era su fuerza. Dios llamó a Samuel para ser juez y
jamás juzgó a nadie, porque se dedicó a ungir gente. Dios te sacará del don y
colocará en la tarea.
La diferencia está en que, con el don hacemos lo que nos gusta pero en la tarea cumplimos el sueño de Dios.
Un
mentor me enseñará sin dolor y me transportará al futuro.
Cuantas más culpas tengamos en el corazón, a menos mentores
oiremos porque la culpa dice: “Debés sufrir.”
Por ejemplo, lo mismo que a nosotros nos prohibieron no se lo
permitimos a nuestros hijos: “No hagas eso”, “No vayas, no te conviene”,
porque fuimos castrados por nuestro padres y es lo que trasmitimos.
Un mentor no está para impactarnos sino para que aprendamos de
él, por eso tiene que ser lo suficientemente grande y poderoso para generar
un malestar que te empuje, te motive y haga avanzar.
5° La gente inteligente
tiene un espíritu enseñable y aprende del Señor.
La humildad siempre va por dos vías: hacia Dios y hacia la gente.
Debemos aprender de Dios y para eso hay que tener un corazón
sensible, de lo contrario aunque lea
Cada vez que abrimos
Un
Dios es de impacto levantará una iglesia de impacto.
Dios llamó a Moisés en la montaña a través de un arbusto que
ardía y no se consumía. Luego le dijo: “Moisés, ¿qué tienes en la mano?
-“Una vara.” –“Suéltalo”, le dijo. Y al soltarlo se convirtió en una víbora que persiguió.
1° Enseñanza:
Todo lo que tenemos en la mano está
muerto y al soltarlo cobra vida para Dios.
Dios lo pide, lo usa y devuelve multiplicado.
Un día Jesús le dijo: “Pedro, ¿me prestas tu barco?” Jesús
predicó desde allí, luego se lo devolvió y le dijo: “Boga mar adentro y tira
la red”, y al recogerla se rompía por la gran cantidad de peces.
Tu
vida en tus manos es como un palo muerto pero suelta en Dios tendrá Su vida.
Cuando Dios pide algo es porque te dará, y cuando te da, te
pedirá. Empezás a tener vida cuando la soltás pero al tomarla vendrá la
locura.
Dios durmió a Adán y le sacó una costilla, o sea: le pidió, lo
usó y le devolvió en Eva.
Dios
quiere usar nuestra vida y devolverla en bendición.
La vara era la identidad de Moisés, su trabajo (porque era
pastor), su riqueza, el símbolo donde había puesto todo su dinero (las
ovejas); era su poder porque le servía para contarlas en el camino.
La vara es tu poder, tu riqueza, tu identidad, si lo sueltas
tendrá vida y volverá bendecida.
2° Enseñanza:
Dios le dijo a Moisés que pusiera su mano en el corazón y la sacó leprosa. La mano es un símbolo del “Hacer” y el corazón de “Ser”. Cuando tu “ser” está harto, tu “hacer” también; si tu corazón tiene envidia, todo lo que construyas tendrá espíritu de envidia; si hay engaño todo tendrá espíritu de engaño; y si tu corazón está sano, todo lo que edifiques será sano.
El Señor le dijo a Moisés:
1° Señal : Te bendeciré, ungiré, multiplicaré, e irás con ese testimonio delante de Faraón que te verá bendecido y, si no te escucha, le mostrarás tu corazón sano en medio de las pruebas, de la miseria, de la dificultad y todo lo que hagas te saldrá bien.
2° Señal : Dios restaurará el gozo, la alegría, y verán que
estás sano y has cambiado con poder.
Cuanta más resistencia, más presión y más fortalecido. No importa que siempre tengas pruebas porque el enemigo no sabe que estarás más fuerte y tu corazón sano.
Dios le dio a Moisés un Plan “B”: tu corazón está sano,
contento y seguís para adelante. Y si no responde al plan “B”, habrá un plan
“C”: tomarás las aguas del Nilo, las tirarás sobre la tierra y se convertirán
en sangre.
Plan
“C” = milagros de autoridad.
Dios trabaja así:
1°- Te dirán, “Cada vez que hablo con vos siento paz, Dios te oye, orá por mí”. Esa gente entrará en su primera prueba. 2°- Otros no entenderán pero verán tu corazón sano y dirán: ¿Qué es lo que te pasa que estás cambiado? 3°- Otros no verán ni lo primero ni lo segundo, Dios te dio poder para que en Su nombre conviertas el agua en sangre, lo que tiene vida se haga muerte y la muerte se haga vida, tendrás autoridad de atar y desatar en el nombre del Señor.
Moisés le preguntó: “Señor, ¿en nombre de quién iré?
Y Dios respondió: “En mi nombre”.
Le dio poder a Moisés que vio a la gente sufriendo, golpeada y sin Dios, y le dijo: “El dolor que viste, Yo también lo vi.”
3º Enseñanza :
El tamaño del amor hacia la gente es la dimensión de las bendiciones que Dios te dará.
Dios es de multitudes y sus misericordias serán multitudes
también. Le dijo a Abraham que contara las estrellas y tal sería su
descendencia: una multitud. Dios ama a las multitudes.
Mucha gente tiene corazón pequeño y en él esta su familia, dos
o tres amigos, los que conoce, ora sólo por ellos, pero los que tiene un
corazón grande pusieron allí la ciudad.
Dios me dijo que ensanchará
mi corazón porque me daría más gente .
Y me llevó a leer el salmo 72 donde Salomón le dijo a Dios: “ Dame todas las riquezas, que los
reyes se inclinen a mí, que lleguen de Sabá y traigan finanzas, que mi nombre
sea puesto en alto y nadie se olvide de mí como del sol y la luna; dame
fuerzas, la autoridad y poder sobre los grandes.”
Yo pensaba que Salomón estaba loco pero en la segunda mitad
del salmo dice: “ Dame
autoridad para que se la de a los que no la tienen, riquezas para ayudar a
los pobres, unción para llevar al cautivo.”
Y Dios se lo dio, porque siempre va a respaldar la oración que
hagamos para dar a la gente cosas grandes.
Moisés fue el líder más grande de toda la historia, en su
corazón pequeño vio maltratar a un hebreo, escuchó su clamor, y se desgarró.
Cuando nuestro corazón es chico, Dios tiene que rasgarlo para
poner lo que Él está sintiendo, y si amamos lo que Dios ama recibirás
bendición, tu corazón sanará y obtendrás poder para cambiar el agua en sangre
como Moisés.
Nehemías no tenía problemas económicos, era mozo del rey,
estaba tranquilo y se enteró de que su ciudad estaba destruida, la gente deshecha
y se sentó a llorar, a hacer duelo. Entonces Dios le dijo: “Estás sintiendo
mi dolor, la misma tristeza, viendo a los que no tienen esperanza, por eso te
usaré para que lo resolvamos juntos.
David vio a un gigante maldiciendo al pueblo y dijo: ¡Basta!
¡No aguanto más! Y Dios le dijo: “Estás sintiendo lo mismo, yo, tampoco
aguanto más, te llamaré para que lo quiebres en mi nombre.”
Jesús habló a una multitud el Sermón del Monte; entre una multitud, cuatro amigos bajaron a un paralítico por el techo donde estaba Jesús y lo sanó; entre la multitud una mujer con cáncer vaginal fue sanada y una niña resucitada. La iglesia de avivamiento nació entre la multitud para moverse en la ciudad, y no entre cuatro paredes. En el Siglo III se inventó lo de las cuatro paredes y mostrar dentro de ellas los dones de la iglesia, de esa manera nos robaron el llamado para meternos en el don. Pablo escribió a los corintios: “ Ustedes se pelean por los dones, por lo que les gusta, pero lo importante es lo que Dios quiere.
Que podamos ver lo que Dios ve, que la gente sin Dios entre en
nuestro corazón y la veamos tal como Dios.
Que puedas ver a tu familia sana, bendecida, prosperada, a los conocidos y a los desconocidos, adorando al Señor, porque es lo que Dios está viendo. Que tu corazón pueda ensancharse y dejar de pensar en sí mismo para ganar gente para Jesucristo y Él te diga: Por cuanto ensanchaste tu corazón, ensancharé la multitud de mis bendiciones sobre tu vida.
Por Bernardo Stamateas
NACIDOS CON UN PROPOSITO
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